Estimados lectores, realicemos un paneo a nuestras vidas
desde el punto de vista “personal”, y hagámonos estas interrogantes:
¿Me complazco así mismo o misma? ¿Pienso en mi bienestar?
¿Merezco la vida que llevo? ¿Soy feliz como vivo? Es importante la
transparencia de sus respuestas porque te motivará hacer los cambios
pertinentes o elaborar estrategias que te lleven a lograr lo quieres y sobre
todo que seas tú mismo o misma la prioridad.
Escuchamos o vemos a muchas personas ser dadores de todo en
su contexto real, sea hogar, pareja, comunidad, labor, país, pero nunca hacia
sí mismo, incluso se sienten no merecedores porque para ellos no es prioridad
su vida, se olvidan de sus necesidades e intereses, los que los lleva a ser los
últimos siempre olvidándose de sus propias carencias, ya sean sentimentales o
materiales.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que muchas veces nos
encontramos atrapados sin salida por las situaciones que por naturaleza tenemos
y no podemos despojarnos tan fácil de ellas, ¿es vital seguir creyendo que lo
que hemos vivido vale la pena para decir
que ahora Soy Prioridad?, cuándo lo hemos dado todo y la vida aún te
pone pruebas, muchos de nosotros nos hemos hecho esta pregunta, pero ¿qué tal
si tu prioridad en esta vida es lo que estás viviendo con ese entorno directo?
Y ¿Cómo decirle a ese entorno sea familia, pareja u otros, que tú también eres
prioridad? Nunca es tarde, porque en la medida que se vive, se experimenta y se
evoluciona, el nivel de exigencia hacia ti mismo depende de tu progreso
espiritual y personal, lo que determina cuando inicias un proceso de Prioridad,
muchas veces se inicia cuando conscientemente te das cuenta que existes y que
sientes, que padeces, que te importas y que quieres vivir lo que deseas,
entonces se presenta una confrontación con tu propio Yo y comienzas a darte
cuenta la realidad de tu vida, allí es cuando hay que aprovechar para hacer los
cambios conscientes y elaborar las estrategias sin perder el norte, ni castigar
al entorno, solo colocando las piezas en su lugar y negociando los intereses y
las necesidades que requieres.
La vida es bella, es por ello que me atrevo a motivarlos a
que se analicen y piensen un poco en su vida y saquen conclusión que se deben
trabajar internamente para lograr ser prioridad de ustedes mismos, sin desdeñar
las batallas diarias asumidas, que los agota y agobia, lo importante es
reconocer que hay un ser dentro de sí mismo que está gritando ser tomado en
cuenta, y que está ávido de caricias positivas, de merecimiento, paz y amor, de
ser atendido y de lograr cubrir sus propias expectativas, lo que conlleva a ser
más felices.
Cuando experimentamos ser Prioridad, iniciamos un proceso de
soltar maletas ajenas que hemos llevado durante mucho tiempo y comienzas a
sentir la paz interna que no habías descubierto.
Reflexión: Nunca es tarde para ser Prioridad de si mismo.
Hasta la próxima semana
Janitza Ramírez
Diadiaenarmonia.blogspot.com
@diadiaenarmonia