Estimados lectores, muchas veces nos preguntamos ¿Qué me está
pasando? ¿Por qué esta situación me atormenta y desequilibra? ¿Qué hice o que
dije? ¿Por qué culpo a terceros de mi susceptibilidad? La mayoría de la
respuesta a estas interrogantes radica en el nivel de la tormenta mental que
hacemos de una situación, sea personal, grupal o colectiva.
Toda tormenta
(situación o caos) pasa y se supera, para ello es necesario internalizar que solo la persona decide si la supera o no,
si se queda enganchada y se mantiene en un continuo sufrimiento, odio o rencor,
o en un papel de víctima, herido, traicionado, subestimado entre otros,
descargando su rabia , ira, vacío, temperamento, carencia a su alrededor,
manteniendo la situación viva, latente y abierta para seguir alimentado la
herida con sentimientos mal sanos y haciendo una imagen distorsionada del
problema o situación, y lo peor de todo haciendo de la situación un tema de
vida que no le compete a nadie.
Es triste ver que esto pasa muy a menudo se puede decir que
es el pan de todos los días, lo importante es identificar si caíste en ese juego para poder salir a tiempo y
superarlo, me refiero a lograr sanar la herida y dejar fluir de nuevo tu vida.
Todo va a depender de tu apertura de conciencia, el nivel de flexibilidad que
tengas y tu inteligencia emocional. Mi experiencia me dice que aguantar el palo
de agua en silencio, aplicar inteligencia emocional y tener prudencia en el
hablar y accionar es la clave para superar, así la tormenta pasa rápido porque
no se cae en ninguna diatriba todo lo contrario, se observa, se evalúa, si hay
que hacer alguna transformación se hace, reconociendo el error sin sentirse
culpable lo que conlleva a lograr superarlo.
La vida está llena de altos y bajos momentos que hay que
saberlos llevar, solo hay que estar claro de lo que se quiere y de lo que se
es, para timonear tu propio barco tu propia vida y no tratar de timonear otras
vidas porque empeoran la tormenta que está viviendo.
En la vida todo pasa, pasan personas, situaciones, tormentas,
caos, momentos felices, éxitos, carencias, períodos, ciclos, estaciones,
tiempo, en fin pasan muchas cosas, lo importante del evento que pase es que se
supere y no deje efectos negativos que afecten a terceros que no tienen culpa
de ello y así el dicho que por uno pagan todos se descarta.
Sin embargo no hay que olvidar que el perdón es la llave que
te conduce a superar muchos eventos, de allí que al perdonar se liberan culpas
autoimpuestas, autocastigos, sufrimientos, control consiente y pensamientos
recurrentes.
Si te sientes que aún no superas un evento de tu vida, quiere
decir que aún pasa, que está allí, latente y vivo, entonces es momento de
superarlo, ¡suéltalo!¡Libéralo!¡perdónalo!, respira y deja que fluya, si necesitas
llorar pues llóralo es tu proceso de acomodo para lograr transformarlo y
superarlo.
Reflexión: “En la vida hay que pasar páginas, cerrar libros y
a veces hasta clausurar bibliotecas”.
Hasta la próxima semana
Janitza Ramirez.
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