martes, 7 de enero de 2014

Bienaventurados todos en este Nuevo Año.

Estimados lectores, retomando la columna anterior titulada “Bienaventurados aquellos que construyen espacios de amor y paz”,  es propicio reflexionar sobre las cosas buenas que pueden suceder en este nuevo año, porque todos de alguna manera somos Bienaventurados y Bendecidos solo por el hecho de estar vivos, de tener vida y de poder accionar de forma positiva  en la cotidianidad.
Cada uno de nosotros formamos parte de un colectivo en lugar determinado, que nos permite desarrollarnos y ejecutar proyectos y actividades que cumplen con nuestro proyecto de vida, nuestra labor social y laboral.
Bienaventurados somos todos, solo permite reconocer dentro de ti¿ por qué eres Bienaventurado?, ¿será porque lo tienes todo?, ¿Por qué has logrado tus metas, proyectos, sueños?, ¿Por qué tienes familia, trabajo, estudios, lujos…? O te has mirado más dentro de ti y haz visto que eres Bienaventurado por tus virtudes, oportunidades, dones, por el amor que tienes hacia el prójimo, por reconocer los triunfos de otros, por sentirte bien contigo mismo, porque haces lo que te gusta, porque no estas atado a máscaras y falsedades efímeras que a la final se desvanecen y causan vacíos emocionales que repercuten en tu vida haciéndola dura, fría e inhóspita; es importante reconocer que si somos Bienaventurados, lo que pasa que muchas veces ignoramos el significado literal y bíblico de la palabra, pero quiero recordarles que significa Feliz, Feliz, Feliz, lo que conlleva que todos debemos concienciar que somos felices si construimos la felicidad desde el amor incondicional primero por sí mismo y luego por los demás, además de sentirlo y vivirlo, cuando se es feliz se vive sin importar lo que los demás puedan ver, sentir o hacer, porque cuando no señalas, ni juzgas a nadie, el universo te lo retribuye en paz, armonía, amor y todo lo bueno de la vida.
Quiero compartir con ustedes esta visión sobre “Bienaventurados” que me pareció muy sublime y adaptada al tema de hoy y textualmente lo plasmo:” Decir que somos hijos de Dios Padre Todo Poderoso, es ser Bienaventurados más por la dicha que por la gracia de nuestro Señor. Caminar durante tanto tiempo entre la selva, el cemento y el qué dirán nos aleja del ser, nos impide entender que cada día debemos agradecer y aceptar todo lo que el Universo nos regala.. Es motivo de celebrar hoy sin mañana, que la vida es una Sola y que cada uno de nosotros tiene la posibilidad de elegir un Camino más allá de nuestro pensar y comprender que no vale pena entender a otros, sino comprendernos a nosotros mismos y buscar la respuesta en ellos por medio de nuestras acciones que serán el resultado de un hecho que se manifestara en un final, que pudiese ser incomprensible para ellos, pero tal vez satisfactorio para nuestro ser, emancipando nuestra energía y glorificando la razón de estar viviendo en mundo que fue creado para todos por igual.
Por lo tanto estamos obligados a entregarlo todo sin pedir nada a cambio y ser cada día más humildes y capaces de comprender los momentos más difíciles de nuestras vidas y solamente dar gracias a dios porque tenemos la vida y solo eso bastara para glorificar la creación de nuestro maestro quien fue capaz de moldearnos a su imagen y semejanza sin ningún prejuicio,
Bienaventurados los que aman sin ser amados porque de ellos será el Amor, (Rodríguez C. 2013). Esto nos invita a reflexionar que si somos Bienaventurados, por lo tanto nos conduce a ser mejores y dar lo mejor de cada quien para formar el país que queremos y el Mundo que soñamos.
Hasta la próxima semana
Janitza Ramirez.                 
Diadiaenarmonia.blogspot.com
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