viernes, 29 de junio de 2012
EL CAMINO HACIA EL EXITO
En la actualidad, se oye hablar del éxito como palabra clave que todo ser humano anhela alcanzar, para estar en la cúspide de la pirámide.
Todos queremos ser exitosos en la vida, aunque algunos piensan que el éxito es para un grupo privilegiado de personas, cosa que es una falsa creencia, porque todos podemos alcanzarlo si nos proponemos.
Puedo afirmar que el Éxito es alcanzar metas y sueños, lograr tema y reto de vida, es tener lo que se quiere, ser proactivo, saber dominar las emociones y ser feliz.
Éxito también es sentir autosatisfacción cuando logras algún proyecto o meta, en el cual haz puesto tu energía para conseguirlo, es la autorrealización, momento merecido.
Hay que tomar en cuenta que todo lo que se quiere lograr debe pasar por un proceso conciente y responsable de las acciones a tomar, es por ello la importancia de plasmar el proyecto de vida y sus subproyectos que son los eslabones de la cadena del éxito.
Para este proceso se debe tomar en cuenta tres palabras: perseverancia, optimismo y comportamiento organizacional.
La perseverancia te permite mantenerte en el objetivo a lograr, no te desvía, lo que hace que no se disipe tu energía ni tiempo. Optimismo es el mantener el entusiasmo positivo, el cual te genera confianza y seguridad en lo que haces y comportamiento organizacional es el orden sistemático, practico y organizado de las acciones y estrategias a cumplir que te facilitaran el desarrollo eficaz y productivo del proyecto, en sí estas palabras ayudan a lograr el éxito en lo que emprendas.
Sin embargo, hay que aplicar la neurolinguistica, la cual propone la idea de que “todo comportamiento nace de una intención positiva”, lo que quiere decir que si reforzamos con decretos o codificaciones que motiven el éxito resultaras exitoso, por ejemplo: si codificas un patrón de éxito repitiéndolo por 21 días, lograras esa codificación. Un patrón de éxito puede ser: Yo logro mi meta en el tiempo estipulado, lo repites por 21 días y lograras lo pautado.
Ahora bien aunado a lo anterior hay que tener sincronía entre lo que se piensa, se dice y se hace, para que todo tenga coherencia, no se desvirtúe la esencia, se logre y se mantenga en el tiempo.
Para ser exitoso se debe conocer y tomar conciencia que todo absolutamente todo, se puede manifestar y materializar a través del poder de la palabra; es por ello que el decreto y la palabra juegan un rol fundamental.
Es necesario conocerse para saber hasta donde y que capacidad tenemos para desarrollarlas; hay que identificar nuestras virtudes para sacarle provecho y las limitantes para superarlas y así emprender el camino hacia el éxito.
Es hora de despertar a los matices sutiles de lo que es el éxito en realidad.
Es tiempo para contar las maravillas, los milagros y los pequeños triunfos de nuestro día a día, que pasamos por alto la mayoría de las veces. En cada experiencia vivida hay una partícula minúscula de éxito, fíjense bien:
La primera vez que caminaron o hablaron siendo bebés, la primera vez que arrojaron una pelota o la atajaron ,la primera vez que besaron, la primera vez que manejaron, su primer trabajo; todos ellos son éxitos llenos de recuerdos sin importar cuál parezca ser el resultado.
El éxito para cada persona en este planeta maravilloso, es diferente y no se le puede monitorear o medir comparándolo con alguna cosa o con alguien, porque cada quien es mundo, un plano y una realidad, lo que indica que lo que es exitoso para uno para otros no, lo importante de todo es saber catar el éxito, saborearlo, disfrutarlo y saber mantenerlo en el tiempo, y así sentirse pleno y realizado.
¡El éxito depende de ti!
Una persona exitosa es aquella que se siente bien, plena, motivada en lo que hace y desarrolla, y logra alcanzar lo que quiere y cuando quiere, sea a nivel profesional o personal.
Licda. Janitza Ramírez.
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