domingo, 9 de junio de 2013

Aprender a soltar es la llave para fluir en la vida.


Estimados lectores, hoy en día es muy común ver que los apegos sean materiales o humanos hacen daño y no solamente eso, sino obstaculizan los senderos de su vida, sus proyectos, su carácter, temperamento y relaciones de  vida en general.

Cuando se está atado, apegado y no dejamos ir, no soltamos esa situación que ata genera ansiedad, miedo y dolor; creando un estado emocional inestable, irritante, mal humor y hasta violento, es necesario siempre mirar el interior de nuestro ser y examinar en ¿qué o quién? estamos apegados y no solo eso,¿ qué? me impide lograr lo que me propongo.

Es importante saber que cuando necesitamos algo, requerimos o pedimos algo material, sentimental o espiritual, debemos pedir, fijar la atención en lo que pedimos, darle la energía y luego soltar para que el Universo, Dios lo otorgue, así de esta forma no entrar en apego ni ansiedad y será más rápido que fluya.

Fíjense si cerramos la mano para no dejar escapar algo, no lo disfrutamos, se retiene más no interactuamos con lo retenido, dejar ir lo que ya no tiene sentido en el presente es abrir las puertas a nuevas oportunidades.

Muchas veces el estar atado a cosas o personas, puede afectar el cuerpo físico, emocional, mental y espiritual, porque esas emociones negativas como ansiedad, frustración, tristeza, dolor, entre otros producen enfermedades crónicas y hasta cáncer.

Cuando tomamos conciencia de que la vida es un escenario en el cual cada quien construye su mundo y lo hace realidad, se puede decir que se está fluyendo y podrás  lograr lo que te propones.

Buda decía “el origen del sufrimiento es el apego que crea la ilusión del ego”, cuando no queremos cortar una situación toxica o no correspondida, el sufrimiento aparece, descontrola tu paz interior y afecta tus emociones.

Soltar los apegos permite que fluyan las ideas, pensamientos,  oportunidades entre otros, como también te permite vivir sin ataduras, miedos, rutinas y poder tomar otras rutas.

¿Cómo aprendemos a soltar?

Se debe afrontar los miedos, buscarle la causa y el efecto generado en sí mismo.

Reconocer en que estas apegado o apegada.

Motivarse a soltar, ya que la motivación desencadena la aptitud para el cambio.

Perdonar y perdonarte libera y ayuda a soltar sentimientos atados.

Vivir sin apego es fluir en la vida, es nadar libre en el mar de la felicidad.

Reflexión: El  desapego es la capacidad de hacernos nada para llegar a ser personas enteras. Claudio Naranjo.

Hasta la próxima semana.

Janitza Ramírez



 

 

 


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