martes, 4 de marzo de 2014

Construyamos la Paz.

Estimados lectores, en estos momentos que estamos viviendo en nuestro país, lo que se escucha y se ve es violencia, agresiones físicas, verbales y sicológicas, que forman un barullo emocional y generan al colectivo estados de ansiedad, temor, pánico, frustración, depresión , entre otros, por ende desequilibra su paz interna y se manifiesta en su entorno.
Si hacemos un paneo a los últimos acontecimientos ocurridos, nos damos cuenta la cantidad de personas que se han enganchado en la violencia y el quiebre de los derechos humanos, han caído en una tentación maligna, que se aleja de la Paz, las tendencias ideológicas las desvirtúan, no se respetan y al perder el respeto se pierde la dignidad, no les importa lo que puedan generar, caos, violencia, agresividad, muertes, luto.
¿Qué es la Paz? Paz (del latín pax), definida en sentido positivo, es un estado a nivel social o personal, en el cual se encuentran en equilibrio y estabilidad las partes de una unidad; definida en sentido negativo, es la ausencia de inquietud, violencia o guerra.
En el sentido personal es un estado interior positivo, deseado para si mismo como para los demás. Y puede hablarse de una paz social como consenso: el entendimiento tácito para el mantenimiento de unas buenas relaciones, mutuamente beneficiosas, entre los individuos; y a distintos niveles, el consenso entre distintos grupos, clases o estamentos sociales dentro de una sociedad.
Según el nuevo testamento: Soportándonos unos a otros por amor, poniendo empeño en conservar la unidad del Espíritu por el vínculo de la paz.
Nos podemos dar cuenta que la paz es un valor Universal, fundamental para la vida, desde tu propio ser,  núcleo familiar, comunidad, estado, país, continente, planeta, para vivir en armonía, pero para ello hay que reconocer que el primer paso es la paz interna, la cual se construye, no depende de las decisiones de altos funcionarios, sino de nuestro corazón y cerebro, estamos en paz cuando actuamos en sincronía con la vida, porque no somos conflictivos, buscamos acuerdos, no quebrantamos los derechos humanos, sentimos paz cuando actuamos correctamente, cuando ayudamos al prójimo, estamos en  paz cuando no debemos nada a nadie, cuando no le arrebatamos ni robamos y mucho menos deseamos el mal.
Vivimos en una época en la que se habla mucho de armonía y paz interior.

Sin embargo pocos mencionan que una de las mejores formas de alcanzar estos ideales es mediante el espíritu de servicio hacia los demás.

La paz es el fruto de saber escuchar, de entender las necesidades ajenas. . 
La pérdida de la paz interior consecuente, se debe a la intolerancia e incomprensión que mostramos, generando una imagen negativa y tal vez altanera  a los demás. Por eso es muy importante pensar con serenidad y con calma antes de ser impulsivo y genere conflicto.
La paz interior surge de nuestra conciencia, cuando nos auto enseñamos a dominar el ego, canalizar nuestras emociones, lograr armonía en nuestro hogar, familia, trabajo, comunidad, conciencia de paz es:
·        Pensar en el bienestar de todos.
·        Evitar los conflictos.
·        Negociar las situaciones.
·        Canalizar las emociones transformándolas en positivas.
·        Unificar criterios
·        Apostar siempre hacia la paz.
·        Tolerancia y paciencia.
En estos momentos todos debemos apostar a la paz, evitemos más muertes, busquemos espacios propicios para el dialogo y la paz, para hacer propuestas, y construir conciencias para la Paz, que nuestros niños y niñas inicien su construcción de paz y que cese la violencia.
                                                                                                      
Reflexión: Si queremos un mundo de paz y de justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor. A.D.
Hasta la próxima semana

Janitza Ramírez

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